Cofradía
Hace 15 años fue la última guerra que ha visto la galaxia, los NagaSaurios invadieron al imperio de la humanidad y atacaron la Sakra Terra y Sirio Secunda.
La respuesta de la humanidad fue rápida y gracias a esto la pérdida no fue tan grande, incluso el Emperador participó en la campaña.
¡El propio Emperador! La reencarnación del Profeta, aquel que hablaba de paz y compasión entre los pueblos, aquel que se sacrificó a sí mismo para acabar con una vieja guerra y luchó por todos los bandos por igual. Ese Emperador, atacó a la flota NagaSaurio y barrió con todos los reptiles del sistema de Sirio.
Ningún humano cuestionó esta decisión, la voluntad del Emperador es sagrada. Pero otros murmuraron, los kosha una raza aliada con profunda fe en el Profeta, se dieron cuenta de que había un error. ¿Pero cuestionar al Emperador, la reencarnación del Profeta?
Debatieron por cinco largos años, hasta que finalmente la Primera Asamblea, decidió pedir la independencia. Se escindieron del imperio y así surgió la cofradía.
Luego de esto muchas otras razas y pueblos se unieron a ellos, al fin tenían una facción a la que llamar hogar y no solo miembros de las “razas menores”, sino también descontentos de las cuatro grandes facciones.
Así la Cofradía tomó forma y en estos diez años se convirtieron en lo que son ahora: diplomáticos y trovadores, mercaderes y contrabandistas, piratas y espadas a sueldo. La Cofradía como tal es neutral en el gran conflicto, pero cada miembro decide por sí mismo. Generalmente no tienen bando hasta que se les paga lo suficiente para tenerlo.
Los Kosha
Los koshas son una de las llamadas razas menores, ya que no fundaron imperio y no son muy numerosos, pero no hay que engañarse, son una raza milenaria. Visitaron a la humanidad en el antiguo Egipto. Ellos ya viajaban por el espacio cuando la humanidad aun no descubría la agricultura y aunque según los registros no son tan antiguos como los devi su legado aun así es inmenso.
Sin embargo, a pesar de su carácter viajero, los koshas nunca han sido muy expansionistas y no fundaron imperio. Nunca se expandieron más allá de su sistema natal: Obsidia, en la constelación de leo. Como los felinos a los que se asemejan son muy territoriales.
La humanidad volvió a encontrarlos durante la gran expansión y ellos comprendiendo la verdad en las palabras del profeta fueron anexados pacíficamente, al igual que multitud de otras razas menores. Desde entonces su camino se unió al de la eklesiarquia y fueron súbditos leales.
Sin embargo, durante las guerras nagasaurios, los koshas notaron algo raro en el ataque del Emperador a la flota nagasaurio, ya que el profeta, su antigua encarnación era un ser pacifico que hablaba del perdón y la compasión. Los koshas no pudieron resolver esta contradicción y pidieron la independencia al señor de la humanidad. Este por decreto supremo se las concedió y les cedió el sistema de Obsidia como su feudo. Muchas otras razas menores y descontentos de las cuatro razas principales se unieron a los koshas y así nació la cofradía.
Aunque se separaron hace 10 años de la humanidad, su relación no se ha resentido y es por esto que a las naves cofrades se les permite viajar por todos los rincones del imperio, incluso los líderes de la asamblea de la cofradía se han reunido con el Eklesiarca y el consejo imperial y siempre han sido bien recibidos en la ciudadela.
Los koshas son felinos en su carácter. Territoriales y a la vez curiosos y aventureros. Tienen en alta estima la independencia, pero también a sus compañeros y familiares. Tanto es así que en sus comunidades todo es de todos, pero los ajenos deben pagar un alto precio para obtenerlo. Esa es su máxima, y extendieron dicha máxima a la cofradía que fundaron.
Apariencia:
Los koshas son humanoides con cabezas semejantes a la de los grandes felinos de la vieja Terra, algunos tienen cabeza de leones, otros de lince y los más de tigres. Entre muchas otras formas.
Además, tienen tres dedos por mano más un pulgar opuesto y sus manos y pies terminan en garras retractiles que pueden sacar a voluntad.
Su altura va del metro veinte a los dos metros veinte, dependiendo del tipo de felino al que se asemejen.
Todo su cuerpo está cubierto de pelaje, pero algunos tienen más en la melena o en la barba. Dicho pelaje varia de color, pero tiende al café, amarillo, gris o blanco. También hay algunos rayados o moteados.
No existen koshas sin alma, o al menos no se sabe de ninguno.
Su vestimenta es de tipo árabe ya que, en su mundo natal Obsidia Prime, los desiertos cubren la mayoría del territorio.
Religión:
Los kosha creen en el profeta ya que han formado parte de la eklesiarquia durante generaciones, pero no ven en el emperador su reencarnación o al menos no consideran el hecho de que sea su reencarnación suficiente como para someterse a su eterna voluntad. Lo importante fue lo que el profeta hizo en vida dicen, no lo que un niño mimado y que nació para gobernar tenga en el interior de su alma.
Tampoco reconocen al eklesiarca como el representante del profeta entre las diversas vidas de este, ya que como dicen no fue el profeta el que le asigno el cargo, sino que fue más cosa del azar y las circunstancias su ascensión.
Sin embargo, su fe en el profeta y sus preceptos es incuestionable y aunque lo ven a su manera y sus opiniones son en su mayoría heréticas, no las expresan en voz alta ante los oídos de la inquisición.
Relación con la cofradía:
Los Koshas son el corazón y alma de la cofradía, son la espina dorsal que mantiene a toda la organización unida. Originalmente eran una raza aliada de la Eklesiarquia pero por diferencias de opinión le pidieron al Emperador la independencia y este acepto.
Como fundaron la cofradía tienen la mayoría de los asientos en la Asamblea, el organismo que gobierna la dispar organización. Incluso es tal la relación de los koshas con la cofradía, que su sistema natal Obsidia, es la base y capital de toda la organización.
La mayoría de los preceptos y legislatura de la cofradía proceden de la cultura Kosha.
Devi
Drum
NagaSaurio