NagaSaurio

El Individuo solo es fuerte si la manada lo es. Cada uno no es más que una pequeña parte de algo más grande, estas son las máximas de los NagaSaurios una raza hambrienta y supremacista. Solo ellos merecen reinar en las estrellas, solo la manada perdurara y los individuos no son más que sus instrumentos. A la totalidad de la raza NagaSaurio se la conoce como el Gran Dragon, El Ourborus, o El Devorador De Mundos.

La vida en sus mundos natales es dura y dedicada a lo marcial, siempre están preparando la próxima expansión, y la próxima invasión. La manada necesita crecer y el universo entero debe ser suyo.

Los NagaSaurios nacen de huevos. Su ciclo de vida es acelerado, ya a los 8 años se consideran adultos y se mantienen en ese estado hasta que mueren sin conocer la vejez. Lo más parecido que conocen son los cambios de piel. Cuando un NagaSaurio ha “envejecido” y se siente cansado su cuerpo empieza a producir un cambio y una nueva piel surge de la anterior. A esto se debe que su símbolo sea el Ourborus, la serpiente que se devora a si misma y gracias a esto siempre renace. Así los NagaSaurios viven muchas vidas en una sola, pueden pasar de ser dragones a serpientes o cualquier otra de las múltiples formas que esta especie presenta.

Algunos NagaSaurios nacen infiltrados entre las otras especies, no son conscientes de lo que realmente son hasta el primer cambio de piel, cuando mediante sueños y visiones se les comunica el destino manifiesto de la raza NagaSaurio y su papel en el.

Los NagaSaurios que nacen sin alma son mirados con compasión por sus congéneres, pero aun así se les busca un nicho entre la manada. Todos los individuos son necesarios para la victoria final del gran dragón, hasta los más humildes de ellos, además el Ourborus debe haber tenido una razón para crearlos, de otro modo no existirían. Quizás en la próxima guerra hagan falta individuos inmunes a la magia. Quizás el enemigo tenga psíquicos poderosos entre sus filas y alguien inmune a ellos sea necesario para la victoria final.

Apariencia:

Los NagaSaurios tienen muchas formas, pero todos comparten rasgos reptiloides. Sus tonos de piel varían entre el amarillo, el verde y el azul. Sus ojos son reptilianos y con un segundo párpado. Sus pieles tienen escamas y sus lenguas son bífidas. Son comunes los rasgos draconianos y las colas de serpiente, algunos incluso tienen alas y pueden volar

Sin embargo, su apariencia no es definitiva ya que un mismo NagaSaurio puede cambiar de piel y volver a la vida con una apariencia y habilidades completamente distintas.

Algunos NagaSaurios comparten la apariencia de otras razas, su función es nacer infiltrados en las sociedades de esas especies. De hecho, para familiarizarse con su objetivo no son plenamente conscientes de lo que realmente son hasta el primer cambio de piel, momento en que su memoria genética entra en funcionamiento y conocen la existencia de la manada. Desde ese momento su anterior vida deja de tener importancia y se dan cuenta de que todo lo aprendido hasta entonces no es más que un preludio a lo realmente importante. Reunir inteligencia para una próxima invasión. La manada necesita espacio, el gran dragón está hambriento.

Religión:

La manada es Dios, para los NagaSaurios la representación abstracta de la totalidad de su raza es la única deidad, conocen a esta entidad como El Ouroborus, El Gran Dragon, o el Devorador de Mundos, es por esto que su guerra contra el resto del universo es un mandamiento santo. No creen en otros dioses y desprecian las fes del resto del universo, para ellos el profeta, si llegan a saber de él, es la representación de todo lo que está mal con la humanidad, el exceso de compasión para ellos es nocivo.

Relación con la cofradía:

Los pocos NagaSaurios que hay en la Cofradía pertenecen a los que nacen entre otras razas, seres que han tenido la voluntad suficiente como para no sucumbir ante su memoria racial y el plan que el Gran Dragón tenía para ellos. Estos individuos no quieren estar quietos en ningún lugar por si Ourborus llegara a encontrarlos, por eso se pasan la vida viajando por el plano astral en las naves cofrades.

A pesar de que al principio los otros miembros de la nave puedan estar recelosos de compartir vivienda con una serpiente, los reptiles logran ganarse su confianza, después de todo el sentido de pertenencia es primario para los NagaSaurios, y esa lealtad que deberían entregar al Gran Dragón ahora la derivan a sus compañeros y la Cofradía.

Devi

Drum

Eklesiarquía

Cofradía

Pin It on Pinterest

Share This