Los viajes espaciales y los carontes

Al principio los viajes por el espacio eran lentos. Cuando la humanidad se lanzo a explorar las estrellas se encontró con una barrera insalvable: la velocidad de la luz.

Se tardaba años en alcanzar las estrellas más cercanas, algunas naves eran atendidas por androides mientras la tripulación se mantenía en estado criogénico y otras eran naves generacionales en las que los colonos que llegaban a destino eran nietos o bisnietos de los que habían partido desde Terra.

La expansión de la humanidad por las estrellas podría haber sido solo un sueño lejano. Sobre todo cuando los drum invadieron Terra y las naves que eran mantenidas por androides dejaron de ser seguras…

…Cuando la guerra acabó, la Sakra Terra estaba sumida en el caos de la devastación nuclear y las colonias en las estrellas estaban perdidas sin la comunicación digital. Pero los psíquicos, chamanes y místicos, que habían liderado a la humanidad durante la guerra contra las máquinas pensantes, tenían un medio ancestral para viajar, el plano astral.

Este plano es un reflejo del universo material, un espacio fluido y en perpetuo cambio, son las emociones y pensamientos de los seres vivientes los que lo van construyendo y cambiando. Aquí no hay direcciones como norte y sur, dan lo mismo las distancias y a cuantos años luz está un planeta, lo que importa es que tan cercano eres a un lugar o a alguien en el destino. Por ejemplo, llegar a un sitio nuevo es lento y deben hacerse escalas en mundos más cercanos, pero alcanzar a alguien amado u odiado es tan rápido como el pensamiento.

Viajar por el plano astral es una experiencia única para cada individuo, depende de factores como su mundo interno y su karma. Una persona puede experimentar el viaje con una felicidad y placer indescriptible y otra distinta puede ser atormentada por visiones y Astralis, entidades espirituales que toman forma y atacan a los que se aventuran en este plano cuando su karma es negativo.

Pero volvamos a las naves espaciales y las colonias perdidas de la humanidad, solo los místicos, chamanes y psíquicos, con su poderosa aura, pueden viajar por el plano astral sin necesidad de medios externos. El resto de la gente necesitaba un medio de transporte y las máquinas frías no eran una opción ya que sin un alma el viaje astral es imposible.

¿Qué hacer entonces? ¿Cómo mover las naves espaciales por el plano astral? Los devis entregaron la solución a la humanidad, una que ellos mismos utilizaban desde hace eones, atar fantasmas a las naves espaciales, de modo que las poseyeran y las dotaran de un alma. Así nacieron los Carontes, espectros que viven una media vida y también dan personalidad e inteligencia a las naves espaciales. Atados por siempre a sus nuevos cuerpos colosales y sin posibilidad de reencarnar.

Las naves carontes son el medio de transporte más común en el universo y la cofradía también las utiliza. Los fantasmas de los carontes son un sacrificio necesario para que el universo funcione en su totalidad.

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