“Entonces llegó el profeta, alabado sea su nombre en todas las estrellas, tenía seguidores entre todas las religiones, hacía milagros, entendía el punto de vista de los androides y no buscaba retribución solo Paz.
Llegó desde su pueblo natal hasta la sede de la O.N.U. Sobre su cielo estaba la más grande de las naves Drum, y pidió parlamantear.
Los viejos Drum lo escucharon y sintieron el poder de su aura. por un día y una noche estuvieron reunidos buscando la reconciliación”.
El libro 15-16

El profeta (alabado sea su nombre en todas las estrellas) surgió de la nada, de un país perdido en los confines del mundo, pero tenía una resolución, una fe inquebrantable, la luz de su aura era brillante como el mediodía.
Mientras avanzaba la gente se le unía, cada vez tenia más seguidores y él incansable viajaba en barco y a caballo hacia la sede de la O.N.U. sobre su cielo estaba la nave nodriza drum. A cada paso sus discípulos eran más, los cautivaba con su mensaje de paz y reconciliación, la gente oía embelesada sus enseñanzas.
Entonces llego a su destino y mirando al cielo oscurecido grito “quiero parlamentar” los drum lo escucharon, nadie sabe porque, quizás sintieron en él eso que lo distinguía, el poder de su aura o la pureza de su corazón.
Durante un día y una noche estuvo reunido con los drum, sus seguidores esperaban bajo la nave rezando por su vida y por que el diálogo sirviera, rezaban por la paz.
Entonces descendió de los cielos, bajando de la nave drum y se reunió con sus discípulos y con quien quisiera oírlo. Hablo de la versión de los drum, de años de esclavitud de las máquinas pensantes, mientras hablaba la gente sentía en sus corazones lo que debió haber sido eso, sentían en su propio cuerpo los vejámenes de sus viejos esclavos. Entonces termino de hablar, nadie osaba romper el silencio.
Es terrible, dijeron algunos, otros lloraban desconsolados, no sus propias perdidas, si no las del enemigo. Pero la guerra había sido cruenta y algunos corazones eran más duros que otros, 8 de cada 10 personas habían muerto en la guerra, entre ellos amigos, padres e hijos. Los discípulos se alinearon con el profeta, pero hubo otros que le arrojaron piedras y lo llamaron colaboracionista. Entre ellos los dirigentes de las corporaciones, los poderosos.
Asi la guerra continuó, una matanza inútil, cada muerto hubiera sido evitado al escuchar al profeta (alabado sea su nombre en todas las estrellas) pero él continuaba luchando por la paz, se internaba en los campos de batalla, ayudando a humanos, drums y máquinas pensantes por igual. Los psíquicos veían en él un ejemplo y el pueblo llano un héroe.
Así paso un año y un día y el profeta (alabado sea su nombre en todas las estrellas) se unió con sus doce discípulos más cercanos, los nombró apóstoles y le encomendó a cada uno una misión y se dirigió nuevamente a la sede de la O.N.U. Grito hacia los cielos “quiero parlamentar” y en ese momento cayó al suelo desplomado, con una bala atravesando su cráneo.
Nadie sabe si su asesino fue drum, humano o máquina pensante, todos los bandos lo amaban y para todos era incomodo, pero eso no es importante. Lo importante es que en el momento de su muerte su aura se alzó en el mundo, su imagen se materializó frente a cada persona, drums, máquinas pensantes y humanos lo vieron por igual, era una figura inmensa, poderosa, pero compasiva, parecía capaz de destruirte con solo su mirada, pero incapaz de hacerlo por su bondad.
Entonces habló, de paz, de perdón, de compasión, su voz como un susurro llegaba a todos los corazones, los campos de batalla estaban calmos como estanques, algunos lloraban emocionados por sus palabras. Entonces con una última palabra desapareció, la gente comenzó a removerse como salida de un sueño hermoso, los viejos enemigos se miraban incapaces de enfrentarse entre ellos.
Así terminó la guerra, las naves drum dejaron el cielo llevándose consigo a las máquinas pensantes y el profeta fue reconocido por sus seguidores como El Salvador, todas las religiones hablaban de la venida o la vuelta de un gran hombre y ese era el profeta, él era el Mahdi, el Cristo, el Krishna y el Maitreya, ¡alabado sea el profeta! ¡Alabado sea su nombre en todas las estrellas!